Las empresas que son líderes en sus respectivos mercados, ponen énfasis en reducir los inventarios pero al mismo tiempo se plantean mejorar el servicio a los clientes, reducir el nivel de faltantes y reducir los niveles de mermas y desperdicios.
Estos objetivos que aparentemente son contradictorios constituyen en muchos casos las claves del éxito de estas empresas, por lo tanto entender como los mismos se complementan y potencian mutuamente es el desarrollo que vamos a llevar adelante en este artículo.
Contexto del mercado
La evolución de los negocios y la necesidad de competir obliga a las empresas a innovar, a diferenciarse y a encontrar nuevas formas más eficientes de producir y de ofrecer sus productos al mercado. La globalización permite la rápida difusión de las innovaciones, de las nuevas tecnologías y de los nuevos métodos y procesos productivos, incrementando la competencia y obligando a generar nuevas ideas diferenciadoras.
Es importante diferenciar las modas o situaciones coyunturales, de las tendencias de largo plazo que perduran, manteniéndose en estas direcciones:
– El precio es la herramienta básica de la competitividad por lo cual el foco en los costos es clave.
– Hay un crecimiento constante de la competencia con nuevos actores internacionales y/o regionales.
– Se produce una concentración de los mercados por compra o fusión de las empresas.
– Se manifiesta una constante tendencia a la comoditización de los productos y los márgenes tienden a reducirse.
– La necesidad de diferenciarse obliga a crear nuevos productos, o formatos, y crece la cantidad de ítems operados.
– La organización productiva toma un formato regional aun excediendo el marco del Mercosur, y los procesos logísticos son más complejos.
– Se comienza a tener una visión de Supply Chain, es decir de toda la Cadena de Abastecimiento.
La mayor cantidad de artículos ofrecidos al mercado y la innovación permanente sobre los mismos, genera cambios continuos en los productos, por lo cual los stocks de productos terminados e insumos tienden a crecer y esto trae como consecuencia que:
– Crece el capital de trabajo invertido en lo stocks
– Hay una mayor cantidad de artículos e insumos faltantes por ser más complejo el proceso productivo
– Queden en stock sobrantes de productos e insumos que ya no pueden venderse y no se necesitan
– Se incrementan los costos de almacenaje, obsolescencia, roturas, etc.
Para mantener la competitividad de nuestra empresa en este contexto es necesario encontrar formas y técnicas de gestión que nos devuelvan al camino de la eficiencia y el servicio, y para lograrlo es necesario apoyarse en diversas herramientas que permiten simplificar la gestión, lograr mayores niveles de eficiencia, reducir los inventarios y aumentar la velocidad de re planificación. Es entonces que vienen en nuestra ayuda las técnicas de Just-in-time, Lean Manufacturing, Build-to-Order, Cero defecto, etc.
Trabajar utilizando estas filosofías de conducción del negocio y aplicar las técnicas que las mismas proponen, es el camino más seguro para acercarse a los objetivos de reducir inventarios y al mismo tiempo mejorar el nivel de servicio.
Desarrollo de las ventas competitivas
La optimización de la Cadena de Suministros (Supply Chain) es una de las herramientas que la empresa tiene para competir y llegar a sus clientes con el mejor producto, con el mejor precio, en el momento y en el lugar donde lo necesita.
Optimizar la Cadena de Suministros implica tener una visión global del proceso integrando a los proveedores, a los clientes, al flujo de productos, al flujo de información, y al flujo del dinero.
Desarrollar una ventaja competitiva de este proceso, implica operar sobre:
– Los costos: Contar con los mejores costos de insumos y materiales, menores desperdicios y mermas, mayor productividad de la mano de obra, menor costo de capital invertido.
– La calidad: Contar con procesos que aseguren el nivel de calidad definido en forma constante.
– El servicio: Asegurar el cumplimiento de los compromisos asumidos en cantidad, calidad, precio, y fecha de entrega.
– La flexibilidad: Capacidad de acompañar las variaciones de mercado, y de las necesidades de los clientes, atendiendo a sus particularidades, contando con la capacidad de segmentar y entregar valor.
– La innovación: Capacidad para incorporar nuevos procesos, tecnologías, y sistemas de gestión.
Desarrollar una ventaja competitiva es un proceso que no tiene fin, se corre continuamente, porque cuando logramos una posición diferenciadora, nuestros competidores intentarán igualarnos y nuevamente tenemos que mejorar nuestra performance.
Just in time
JIT (just in time) es una metodología de gestión empresaria que involucra a toda la organización y busca mejorar la capacidad de la misma para responder a las necesidades de cambio que plantea el mercado con agilidad, flexibilidad, menor costo y mayor calidad.
El concepto subyacente es generar un proceso de flujo continuo de insumos, materiales, productos, información y dinero, basado en actividades que agreguen valor a las necesidades del cliente.
Para clarificar el concepto puede imaginarse una cañería por la cual fluye producto, información, dinero, y a medida que la velocidad del flujo crece es menor la cantidad transportada en cada instante. Por lo tanto, cualquier cambio involucra a menores cantidades, además de hacerse visibles todos los estrechamientos que tiene el proceso y sobre los cuales hay que trabajar para eliminarlos, estimulando con ello el uso del control de calidad total.
El sistema JIT busca fundamentalmente:
– Atacar los problemas en su origen. Para esto utiliza técnicas como por ejemplo los “5 Porque”, asumiendo que si uno repregunta cual es la causa 5 veces, muy probablemente identifica la verdadera causa un problema.
– Eliminar los despilfarros. Este criterio busca eliminar las actividades que no agregan valor.
– Ejemplos de ellas son la inspección, el transporte, el almacenaje, la preparación, los reprocesos, entre otros. Hacerlo bien desde la primera vez y empowerment son criterios asociados a este concepto.
– Buscar la simplicidad. Implica utilizar métodos sencillos, flujos y caminos directos, evitar cruzamientos de los procesos, formas de planificación simples como el Kankan. Contar con un único proveedor y compartir información con él.
– Diseñar sistemas para identificar problemas. Se utiliza el control estadístico del proceso, se identifican los problemas su nivel de ocurrencia y se implementan procesos de mejora contínua que buscan superar los problemas repetitivos.
Operar bajo estos criterios de gestión obliga a los actores a “saber lo que sucede” e “implicar al operador en los problemas”, “concentrarse en los problemas más frecuentes”, implementar programas de “aseguramiento de la calidad y calidad total”. Los resultados esperados de la aplicación de los criterios del JIT son:
– La reducción de la cantidad de productos en curso
– La reducción de los niveles de inventario de producto terminado
– La reducción de los plazos de fabricación
– La identificación de las zonas que crean cuellos de botella
– La identificación de los problemas de calidad
– Contar con una gestión más simple
Conclusiones
Las filosofías de gestión vistas y las técnicas que las mismas proponen, permiten caminar en la dirección de una operación que utiliza cada vez un menor nivel de inventario y las ventajas de lograr estos objetivos son:
– Incremento de agilidad, y mejor seguimiento del mercado
– Mejoras de la productividad y reducir los costos de producción: reduciendo los almacenes de productos terminados, las tareas de manipulación, transporte, vigilancia y protección de los almacenes
– Reducir el espacio utilizado y reducir alquileres o utilizar para otras actividades la superficie ganada
– Mejorar de la eficacia por: mayor visibilidad, disminución del número de informaciones a tener en cuenta, mejor circulación de la información, reducción del número de piezas que faltan, reducción de los despilfarros
– Disminución de las necesidades de inversión en locales, almacenes, auto elevadores, pallets, además del stock en sí mismo
Operar con stocks mínimos tiene un conjunto muy significativo de ventajas que se pueden alcanzar si se trabaja bajo una visión integrada, comprometiendo a toda la organización pero partiendo del compromiso de la alta dirección.